Son muchas las cualidades que vale la pena resaltar de la Poliurea, entre ellas su carácter amigable con en el medio ambiente. Los componentes de la Poliurea son 100% sólidos, no contiene solventes, ni catalizadores, ni contiene VOC’s, no es reactiva, es inodora y no emite vapores tóxicos.
Además de proteger las superficies del desgaste y dejar fuera la suciedad, la humedad y los microorganismos (bacterias, microbios, etc.), la Poliurea cuenta con certificados para usarse en ambientes esterilizados, asépticos e higiénicos (certificación ANSI/NSF 61) y para plantas donde se procesan, almacenan, empacan o se transportan alimentos, y cuenta con aprobaciones de la USDA para aplicaciones en tanques de almacenamiento de agua potable.
Es la solución más confiable en la instalación de terrazas verdes y jardines verticales, ya que además de proteger las estructuras de la humedad, se ajusta perfectamente al concepto ecológico y orgánico de dichas tendencias que cogen fuerza en la ejecución de proyectos sostenibles.
Con base en nuestros conocimientos, la Poliurea no representa efectos perjudiciales para el medio ambiente derivados de la recuperación y el reciclaje de elementos constructivos a los que se adhiere la poliurea una vez seca. Ni existe razón para creer que se liberen sustancias peligrosas o que el material reciclado tenga otros efectos negativos una vez prensado. La generación de energía térmica por la combustión de productos de poliurea reciclada tiene sentido debido al alto contenido energético de los sistemas de poliurea.
Los revestimientos de poliurea secos (curados) son resistentes a agentes externos como la biodegradación, y son indisolubles en el agua. Debido al elevado peso molecular de la poliurea y su baja solubilidad en el agua, la poliurea no acumula organismos. En consecuencia, no representa riesgo para el medio ambiente.