La poliurea es una tecnología, que desde su formulación hasta su aplicación, exige la experiencia y conocimientos que solo los expertos en poliurea pueden garantizar con resultados de alta calidad.
Nuestra labor como aplicadores, es también pedagógica, cuyo fin es no dar lugar a concepciones erróneas sobre ésta tecnología.
A continuación tratamos algunos mitos sobre la poliurea que es necesario desvirtuar, ya que en algunas ocasiones, personas o empresas recurren al engaño o simplemente no tienen el conocimiento necesario para realizar la aplicación adecuada.
MITOS:
1. "... se ablanda y se quiebra con el sol"
Los componentes químicos de la poliurea la ubican dentro de los polímeros termoestables. La poliurea es muy flexible, con una elongación de hasta el 500%, y es resiliente, es decir que vuelve a su estado original cuando se somete a deformaciones. Así mismo, en una poliurea pura no intervienen catalizadores, factor que la hace mucho más resistente a los rayos UV, caso contrario de los elastómeros.
Por esa razón la poliurea no se ablanda con el sol y permanece estable a los cambios de temperatura.
Conclusión: Falso.
2. "... su aplicación es sumamente complicada"
Si entendemos que la poliurea es una tecnología, fácilmente podremos comprender que requiere todo un conocimiento y experticia propia de su formulación y aplicación. Todos podemos acceder a un recubrimiento con poliurea, pero no todos pueden realizar su aplicación, pues ésta requiere maquinaria, materias primas especialmente formuladas y personal especializado en su aplicación. Sin embargo, habiendo hecho una evaluación previa a cada superficie a intervenir y teniendo los conocimientos suficientes sobre su manejo, la aplicación de la poliurea resulta muy sencilla en manos de los expertos.
En 30 segundos que dura el tiempo de curado, ya podremos tener una superficie transitable y lista para proteger las instalaciones de la inclemencia ambiental.
Conclusión: Falso. Si nos dedicamos a la poliurea, nada será complicado.
3. "... se despega fácilmente del sustrato"
De nuevo esta idea tiene que ver mucho con aquellos que sin conocer la tecnología, realizan una aplicación irresponsable del material.
La poliurea se adhiere prácticamente a cualquier sustrato siempre y cuando éste se encuentre en buenas condiciones, de lo contrario, el resultado será tan desfavorable como otros productos que se ofrecen en el mercado.
En manos de expertos esto no sucede, y nos aseguramos de que la superficie reciba el tratamiento previo para que el material cumpla con los requerimientos de protección que nuestros clientes buscan.
Conclusión: Falso. La experiencia no se improvisa.
4. "... es muy costosa"
Es sencillo entrar a comparar precios cuando se trata de elegir la mejor opción en recubrimientos impermeables, y claro, muchas veces no queremos invertir tanto en aquello que no consideramos relevante y menos cuando los recursos para una obra de construcción ya se han agotado.
Sin embargo, a largo plazo es cuando empiezan los dolores de cabeza y vemos que aquellos productos que funcionaron muy bien al principio, han empezado a presentar un deterioro acelerado que no habíamos previsto antes, a pesar de promesas de venta excepcionales y precios bajos. Es ahí que se disparan las garantías postventa y el gasto que habíamos realizado al principio, se duplica o se triplica con mantenimientos periódicos sobre un material que en definitiva no esta dando el resultado que esperábamos.
Materiales como mantos, elastómeros, pinturas a base de poliuretano o algún otro producto convencional, pueden resultar más caros que la poliurea si consideramos la inversión por mantenimientos y los daños que éstos puedan causar a las instalaciones cuando se filtra el agua. Así mismo, son materiales que en muchas ocasiones no ofrecen mayor atractivo en cuestión de acabados.
La poliurea tiene un tiempo de vida de hasta 20 años y la relación costo/beneficio es una de las grandes ventajas a la hora de elegir un recubrimiento impermeable de larga duración.
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